En el colmo de la falta de moral y sentido común para demostrar que se es humano antes de oportunista, los hilos de la política se empiezan a mover ante los vientos de la necesidad de la gente, a la cual aprovechan para tomarse la foto en una exhibición de su infortunio para alimentar con ello el ego y la búsqueda de seguir mamando de la chiche de Doña Polaca, de la que han vivido gorditos y con los centavos seguros en la bolsa toda su vida.

Ahora son lentes gratuitos, conseguidos de algún patrocinador que al final habrá de recibir el pago de su favor en oro, para que por esa gran acción les autoricen los millones de pesos para campañas que a más de hacerlos comer con mantequilla, les habría de asegurar el francés de pjso calentito todos los días, y el tronante chicharrón que brilla por su ausencia en los humildes hogares.

Incongruencias de la vida que en estas épocas viste a la desfachatez de amabilidad, y a las mismas gentes escondidas detrás de una falsa amabilidad para seguir caminando en un sendero de oropel y sin sobresaltos por que compran a la pobreza con baratijas que después ellos cobraran por su noble acción con oro y con diamantes en un circulo social que desaparecerá a quienes les dieron el enorme valor del triunfo.

Las mismas gentes de siempre, con las mismas acciones, buscando lo mismo de lo que han vivido siempre.