Los países tienen que hacer las pruebas de todos los casos sospechosos de COVID-19, ha alertado este lunes la agencia de la ONU encargada de vigilar por la salud pública mundial, que ha destacado también que los niños no dejan de ser una población de riesgo. Además, ha solicitado la colaboración de los ciudadanos en España, mientras que a México le ha recomendado que reduzca las concentraciones de personas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó este viernes que el continente americano registra hasta hoy un total de 190 casos de coronavirus COVID-19 y que las muertes suman once, todas acaecidas en Estados Unidos, diez en el estado de Washington y una en California.
La Organización Mundial de la Salud elevó el viernes pasado el riesgo internacional de propagación del coronavirus COVID-19 de “alto” a “muy alto”.
El Ministerio de Salud de Brasil confirmó que el paciente con infección por COVID-19 había regresado recientemente de Italia. Las autoridades brasileñas están tomando medidas para prevenir una mayor propagación de la enfermedad, incluida una investigación cuidadosa de toda la información relevante y el seguimiento de cualquier persona que pueda haber estado en contacto con el paciente.
El director de la Organización Mundial de la Salud ha alertado de que “se acaba el tiempo” para frenar la propagación mundial del coronavirus y ha pedido a la comunidad internacional que actúe rápido.