Enorme movimiento se da en la antesala de los procesos políticos que se avecinan y que están moviendo más gente oportunista que el mismísimo doctor Gatell con su club de admiradoras; resulta que ahora hay más candidatos que partidos políticos y como cosa extraña,   empiezan a aparecer con aureolas divinas y halos místicos que avalan una sonrisa celestial cuando apenas ayer su rictus era sardonico y sus negativas y burlas eran su mejor carta de presentación.

¡Benditos los milagros de Santa Política de la Ascensión que dulcifica y transforma a los lobos de San Francisco de Asis para convertirlos en mansos borregos!

Sin embargo esta competencia desigual, bueno hay que verla así, pues no es lo mismo estar en el juego desde siempre, que querer entrar a él en un juego de mata venado en el que no tiene cabida otros que no estén en la sacrosantisima lista del gran padrino de hetzmek  que es el único que puede repartir apretones y coyazos a diestra y siniestra con ese dedo santo bendecido y esperado.

Que bueno que de siempre se apoye a la clase necesitada sin necesidad de fotos y grabaciones  en tan solo fechas específicas, pues es insultante que siendo de las mismas comunidades en tiempos ordinarios hasta se les de la vuelta para evitarlos y en tiempos de campaña se les abrace de manera insultante como medios para llegar al poder.

Velas y veladoras hacen falta pero para quemar tanta falsedad y basura e incinerar tanta promesa y mentiras de quienes toman como escalón la necesidad de la gente y exhiben la pobreza como punto importante para llegar al poder.

¡Candidatos de Dios, convertidos en oportunistas del diablo!