“Tenemos que atrevernos a ser nosotros mismos, por más aterrador y extraño que este YO pudiera llegar a ser”. May Sarton.

¿Por qué a veces resulta tan difícil encontrarse para de esa manera decir que se es “uno mismo”?, ¿Por qué ser uno mismo es más difícil de lo que pudiera parecer? Tal vez porque como entes sociales, siempre está uno condicionado por factores externos y personas con las que se convive y que de alguna manera, ya sea con conocimiento de causa o no, evitan el que uno se vaya encontrando con uno mismo, y se vaya formando como tal. Conveniencias, intereses, formas de control, demostraciones de poder, son tan solo algunos de los elementos que se pudieran mencionar, pero con el firme antecedente de la programación mental que va generando moldes y modelos que el tiempo va a mecanizar y que la vida, en su tramo existencial va a programar en la misma secuencia y canal en que fue admitido como conformador de una personalidad.

Desde pequeños se camina entre normas y reglas, que son el primer punto de comparación, ya que lo dicho, vivido y visto en casa, es diferente a lo visto y vivido en la escuela, y ambos conocimientos que de por sí ya son confusos, son aniquilados en la vida en sociedad; y en esas confusiones empieza un aprendizaje forzado que lleva a los directores de esa comedia de aprendizajes, a escudarse en las respuestas defensoras de “lo conozco, yo lo educo en casa”, “USTEDES SABEN que se tienen dobles y hasta triples comportamientos, por lo que se comportan de una manera muy diferente en cada espacio que ocupan”, y la única posible respuesta válida pudiera ser que ¡entre todos se destruyen personalidades, por no haber acuerdos de aplicación que generen una búsquedas de razón y verdad en lugares que se la cambian, se la traspolan y le hacen recuperar esa tranquilidad con la comodidad de destruir dos bases educativas que debieran ser las responsables de la creación de mentes libres y justas, pero que solo al final, y cuando nada hay que hacer notan que en algo se equivocaron!

No se puede hablar de un “él”, sin un “yo”, ni de un “nosotros”, sin un “yo y él” bien definidos; ¡hay que buscar esa armonía que equilibre tu ser, con el compartimiento de tu existencia con los demás!; hay que buscar en la libertad la propia libertad, ¡no más miedos de reconocer que no se es perfecto, ya no volviendo a camuflar defectos y debilidades!, ¡ser vulnerable no es algo agradable, pero no se avanza si no se tiene la capacidad para admitir errores y enfrentar consecuencias!, ¡el querer agradar a otros te convierte en ellos al nulificar tus pensamientos, tu razón y tu inteligencia, al negarte ante ti por el temor a que te miren y traten mal! ¡Nunca se estará plenamente feliz ni a gusto consigo mismo si se sigue manteniendo la propia autenticidad camuflada!

“Para entender al “Tú” y al “Nosotros” hay que ser uno mismo en un mundo que constantemente intenta transformarte en algo diferente, ¡que ese sea tu mayor logro!” Ralph Waldo Emerson.
¡Que tu reto sea tener en ti el YO, TÚ, ÉL, NOSOTROS…