Los casos de sarampión crecieron más de un 30% a partir del año 2016 y afectaron a todas las regiones del mundo, especialmente las Américas, el Mediterráneo Oriental y Europa, causando 110.000 muertes, en particular de niños.
El Pacífico Occidental fue la única región donde disminuyó la incidencia del padecimiento.
El director general adjunto de Programas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dr. Soumya Swaminathan, explicó que los brotes de sarampión se extienden en todas las regiones, principalmente en naciones que lograron eliminar la enfermedad o estaban a punto de lograrlo.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede causar complicaciones mortales, entre ellas la encefalitis, y también episodios graves de diarrea y deshidratación, neumonía o pérdida permanente de visión.