La delegación mexicana que presentó el informe del país ante el órgano de Naciones Unidas en Ginebra contó con altos representantes de los tres poderes del Estado y fue presidida por el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Miguel Ruiz Cabañas.
“México enfrenta retos considerables en materia de derechos humanos, no venimos aquí ni a minimizarlos ni a negarlos”, dijo Ruiz Cabañas al inicio de su presentación, en la que también aseguró que el Estado mexicano aborda los desafíos con toda su capacidad y que está abierto a recomendaciones.
La impunidad rampante; la tortura; las desapariciones de personas; la violencia contra periodistas y activistas de derechos humanos; los feminicidios y violencia de género; las violaciones a los derechos de los migrantes; y la discriminación contra grupos vulnerables fueron algunos de los atropellos que el Gobierno mexicano aceptó como ocurrencias sistemáticas en su territorio.
El presidente de la delegación señaló que estas transgresiones exigen a todos los servidores públicos de los tres niveles del gobierno redoblar los esfuerzos para garantizar a la ciudadanía el pleno goce de sus derechos y libertades básicas.