Calkiní., Camp. a 15 de Julio.- Con ocasión de la fiesta de San Ignacio de Loyola, que se aproxima, los trabajadores del ayuntamiento de Calkiní, se dieron la tarea de pintar las paredes de la capilla que se encuentra en el barrio de kilakán.

San Ignacio de Loyola nació, no se sabe exactamente el año, pero todos los indicios indican que nació en 1491 y murió en Roma en 1556. Tuvo una vida muy azarosa, con muchos movimientos, hasta que tuvo una conversión. Una de las cosas que la gente suele considerar es que San Ignacio era un soldado… en realidad era un caballero y, de acuerdo con la cultura de entonces, él lo que quería era servir a su señor, al rey y en el momento de su conversión comprendió que su rey era el Señor Dios Padre, Jesús, y a partir de allí inicia un camino nuevo de vida y de servicio a los demás.

Duró bastante tiempo encontrar su propio camino y su propio itinerario. Sus experiencias personales y sus vivencias internas le motivaron a experimentar lo que luego él quiso compartir con los demás que es el libro de los Ejercicios Espirituales. El libro de los Ejercicios en realidad es un manual, como si fuera un manual de funcionamiento de cómo la persona se relaciona con Dios, cómo la persona se relaciona consigo mismo, con los demás, qué sentimientos vive en su interior y a partir de allí, qué decisiones toma.