Por: Carlos Antonio Fernández Canul

Calkiní, Camp. 8 de enero de 2020.- El pasado 4 de Enero de 2020 se realizó una Misa en el Templo de San Luis Obispo de esta ciudad, por ajustarse los 105 años de edad de la Sra. Emma Lara González, celebración realizada por el Pbro. Ponciano Can Naal y el Diácono Rogelio Panti Ruiz, llena de alegría Doña Emma dió gracias al Creador por haber llegado a esta edad, siendo una de las pocas personas de alcanzar este tiempo.

Este personaje al que me referiré nació en Halachó, Yucatán el día 4 de Enero de 1915, sus padres fueron Don Calixto Lara y Doña Antonia González, siendo pequeña falleció su mamá, quedándose al cuidado de su abuelita quien también falleció al poco tiempo, su papá optó por dejársela a sus padrinos, Doña Teófila Herrera y Narciso Cuevas Pérez aquí en Calkiní, quienes la cuidaron y crecieron junto con sus hijos.

Siendo ya una muchacha, la vecina de Doña Teófila que era Doña Evelia Mijangos se fue a vivir a Mérida y quiso irse con esta familia a probar suerte y ahí conoció al que fue su marido Don Manuel Cervera, procreando 4 hijos: Socorro, Gloria, Elda y Carlos la ocupación de su esposo era ebanista y se dedicaba a la elaboración y reparación de santos hechos de madera o yeso, dicen que las imágenes de los Santos Reyes de Pocboc, él las hizo así como de otros lugares, pero como no era un trabajo muy solicitado, Doña Emma se dedicó a la fabricación de zapatos, estas ocupaciones eran insuficientes para el sostenimiento de su hogar, un día leyó en el periódico que en EE.UU. solicitaban “braceros” para la recolección  agrícola, Emma logró reunir los requisitos y se fue a trabajar en la recolección de uvas en el Estado de California EE.UU. En poco tiempo logró acomodarse  el pago era bueno, mandó a buscar a su marido y se fue, ya establecidos en un Condado de California, regresó para llevarse a sus hijos, logrando legalizarse como ciudadanos estadounidenses, teniendo la doble nacionalidad igual que la de sus hijos que también trabajaron en EE.UU.

Pasaron los años y por su edad fueron pensionados, regresando a vivir a Mérida, sus hijos se quedaron en California. Un día su esposo sufrió una enfermedad en los ojos y un doctor quizá sin experiencia, lo mal operó dejándolo ciego, falleciendo poco después, quedando sola doña Emma pero pensionada, su hija mayor falleció y las otras dos regresaron a Mérida.

Al cumplir la edad de 100 años el gobierno de EE.UU. la localizó en su domicilio y a través del Cónsul de EE.UU. en Mérida le fue entregado un “Reconocimiento” firmado por el Presidente de Estados Unidos Barack Obama en agradecimiento porque en tiempos de guerra de ese país con Vietnam y Korea, sirvió en el empaquetado y envío de objetos y cartas de apoyo a los soldados que peleaban en el Oriente de Asia. Además del documento que le entregaron recibió un apoyo económico por el trabajo prestado a esa nación y por su edad.

Pasado el tiempo y gozando de regular salud, decidió regresar al lugar donde pasó su niñez con sus padres adoptivos a Calkiní,-según expresa ella- quiere pasar sus últimos días.

Su hijo Carlos pidió a sus familiares le organizaran una fiesta con una comida en conocido local social, el Trio “Los Manolos” le cantó las mañanitas y apagó las velitas de su pastel, culminando el festejo con una misa de Acción de Gracias.

 Podemos ver en esta longeva mujer una vida dedicada al trabajo, una guerrera que supo abrirse paso en la vida, con el objetivo de brindar lo mejor para sus hijos, Doña Emma conserva la lucidez de su memoria, se ve fuerte, aunque en su silla de ruedas, se le nota optimista ante la vida yespero siga gozando de unos años mas de vida.