Por Carlos A. Fernández Canul 

Calkiní, Camp. 02 de julio de 2023.- Este medio día en solemne Eucaristía celebrada en el templo de San Luis Obispo de esta ciudad, la cual fue presidida por el Mons. Pedro Mena Diaz, Obispo Auxiliar de Yucatán, así como los Pbros. Fernando Manzo Barajas (párroco local), Ricardo Partida Contreras (Vicario), ministros, y acólitos  y feligreses, que fueron testigos de este acontecimiento en el que fueron bautizados niños y adolescentes de manos de Mena Díaz.

El Obispo hizo su entrada al templo acompañado de sacerdotes, ministros y acólitos, así como de los candidatos a bautizar, con sus papás y padrinos, el Obispo rezó unas oraciones, para luego ungir con los santos óleos a los seleccionados para el bautismo, en el intermedio de la celebración fueron llevados al "Bautisterio" donde fueron bautizados de uno en uno.

En su mensaje Mons. Mena Díaz, recalcó la importancia de este sacramento, es muy importante para iglesia cada vez que realizamos una misa celebramos el sacrificio de Cristo, él se hace presente en el ministerio de los sacerdotes, es la fuente central de los sacramentos, nos abre la puerta a la vida cristiana, con esto va a crecer el núcleo de los católicos, el bautizo de Jesús, fue hecho por Juan el Bautista, ya que Jesús lo busca, él no tenía pecado como nosotros, pero era necesario ser bautizado, porque así estaba escrito, fue ahí  cuando se manifiesta el Padre y el Espíritu santo, y se escucha "Este es mi hijo muy amado..."esto es lo que sucede cada vez que realizamos un bautizo, reciben la gracia de Cristo,  papás y padrinos sean ustedes guías para estos nuevos cristianos, para seguir en la vida de la iglesia, cabe recordar hacernos como Jesús mansos y humildes de corazón, que Dios los ilumine en esta nueva vida que van a iniciar.

 Al finalizar el Obispo posó para las fotos del recuerdo con todos los que quisieron.

Cabe recordar que ningún Obispo de Yucatán había visitado este Templo. En 1961 cuando se realizó el "Primer Congreso Eucarístico Mariano" fue invitado de honor el Dr. Fernando Ruiz Solorzano, arzobispo de Yucatán de aquel año.